14 Jul
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Columna de opinión - 14/07/18

La luz de esperanza para los pobladores de las zonas altoandinas de nuestro país parece apagarse. El verde campo de la sierra perdió su color para convertirse en una pálida nieve  helada que poco a poco va cobrando la vida de quienes viven en estas zonas.

Sin calefacción, sin ayuda regional, sin medicamentos y prácticamente abandonados a su suerte por el Gobierno peruano, día tras día las personas de las ciudades de Arequipa, Moquegua, Tacna ,Puno, y zonas de la sierra, viven literalmente congelados por la ola de frío que azota en estos territorios.

En la capital del país, la coyuntura está enfocada con la revelación de audios que implican actos de corrupción por parte de funcionarios del Consejo Nacional de Ministros. Esta es otra nefasta historia en la libreta de antecedentes de nuestro país. Pero señores, aquí no se está muriendo nadie ni tampoco nadie lo hará. 

Con esto no quiero decir que debemos dejar pasar por alto las deplorables acciones políticas que reflejan nuestros representantes en el Congreso de la República y Poderes del Estado. Debemos también darnos cuenta que más de 400 mil compatriotas, a varios kilómetros de donde estamos, están viviendo quizás el peor momento de su vida con las bajas temperaturas y las constantes nevadas que a diario se presentan.

Me pregunto si en algún momento en nuestra mente pensamos en cómo los niños pueden soportar que las temperaturas lleguen a 20 grados bajo cero. 

Investigando datos y cifras me quedé aturdido con los resultados. Realmente son alarmantes. ¿Cómo es posible que hasta el momento más de 700 personas hayan fallecido  por neumonía, en los cuales 177 son menores de edad y que el Gobierno tan enfrascado en los asuntos políticos no haya tomado acciones que eviten que la cifra aumente?

Animales como las alpacas mueren a diario por el intenso frío en las zonas altoandinas.

UN CLAMOR DE ESPERANZA

Los días transcurren y la ayuda parece ser como el vaivén de las olas. Cuando guardas las esperanzas de que llegue, te das cuenta de que son solo  promesas  que regresarán al fondo del olvido.

En un sitio lejano, una comunidad llamada Urubamba, en Cusco, parece tener a un pequeño representante que quiere decir algo. Él no tiene títulos, maestrías ni doctorados. Recién ha empezado a darse cuenta de la realidad. 

No, no es uno de los tantos políticos que hablan sin coherencia. Tampoco necesita plagiar o suplantar documentos para conseguir un puesto como ministro que le permita tomar decisiones por los peruanos.

Es apenas un niño. Se presenta vestido con un poncho multicolor, pantalón y yanquis. Sus pies de seguro los debe tener congelados. En plena neviza, a él no le importa el frío que siente, solo quiere expresar algo. Ante él está una cámara. Con la ayuda de una persona, el Rec empieza a contar los segundos de grabación.

 "Yo pido al presidente Martín Vizcarra que apoye en las zonas Alto Andinas, que traigan frazadas donde hace heladas, donde hace nieve; para hacer casitas para animales, apoyo con calaminas y palos, también frazadas y ropas para abrigarnos" , con su voz tiritando por el frío. Continua:

"Que nos apoye a los que estamos sufriendo de frío, nevada, que nos envíe carros para ir a la escuela y nos tenemos que ir a la escuela 10 kilómetros y tenemos que caminar en nevada, necesitamos un bus, una camioneta, nosotros somos pobres y no tenemos casi nada para comer"

Rubén Ríos es el nombre del niño que pidió ayuda al presidente Viscarra.

Si no fuera por este pedido, la pequeña ayuda humanitaria que recibió días después nunca hubiera llegado a su hogar. Señor presidente Vizcarra, le recuerdo que hay más casos de niños que pasan por la misma situación en diferentes zonas de la sierra. 

Todos los niños que habitan en estos lugares no van a poder grabarse para pedirle una ayuda. Pero usted sí puede priorizar en su agenda presidencial trabajar con el compromiso que significa su cargo, trabajar por el Perú, porque ellos también son parte de nosotros por si lo ha olvidado, trabajar en el plan de contingencia que permita evitar más muertes que las fuertes heladas están ocasionando.

Claro, no se puede dejar de mencionar que algunas de las decisiones (o en su mayoría)  para solucionar este problema lamentablemente son influenciadas por la dictadura que representa el partido de Fuerza Popular, donde la señora que representa a este ´circo político´  cada vez que tiene algo que decir, levanta sus manos con la misma cara de hipocresía y empieza a dar argumentos inválidos como si estuviera apta para razonar y proponer soluciones acertadas en la mejora de nuestro Perú.

MÁS DE LO MISMO

El frío no solo se combate con frazadas, se combate también son sistemas de calefacción. Perú es un país que tiene más reservas de gas natural. Cuenta con 16 trillones de pies cúbicos para abastecer hasta 15 años el consumo nacional. ¿Y nos preguntamos si tenemos los recursos necesarios para combatirlo? 

Esta realidad se repite años tras año y cada presidente que entra al poder para dirigir a nuestro país parece olvidar que gracias a los votos de  la mayoría de estas personas, pasaron por el sillón presidencial gozando de los beneficios que implica hacerlo.

Mientras continuemos conviviendo con nuestra propia indiferencia no podremos aspirar a tener resultados que ayuden a construir el desarrollo sostenible de nuestro país.  No solo es decir “Basta ya con tanta injusticia”, sino de aplicarla de manera diaria en las acciones que tomamos como ciudadanos. 

Lamentablemente esto implica que también lo hagan los políticos y miembros del Estado peruano. Es aquí donde regresa el gran dilema.

El intenso frío bordea hasta los 20 grados bajo cero.

Redacción: Luis Cuadros

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